Las espinacas contienen muchas vitaminas, minerales y antioxidantes, por lo que es aconsejable consumirlas de forma habitual.
Existe una controversia sobre la gran cantidad de hierro que nos aportan las espinacas. En verdad, y dado que además contienen una gran proporción de calcio, (es sabido que el hierro en presencia del calcio no se absorbe), el hierro que aprovechamos es muy poco. Así que aquello de que si comes espinacas tendrás unos músculos de hierro como Popeye, pues va a ser que no.
Sin embargo, las espinacas, al igual que cualquier otra verdura de hoja verde, tienen mucha clorofila, que te ayudará al fortalecimiento del sistema inmunitario y la prevención de la anemia. También ayuda al hígado a eliminar las sustancias tóxicas purificando así tu organismo. Y además es anticancerígeno.
Para que te puedas beneficiar de todas estas propiedades es conveniente que tomes las espinacas crudas o no cocerlas demasiado. Con un salteado rápido te aseguras un buen aporte de la clorofila.
En esta ocasión he preparado un plato rápido de hacer y fácil de digerir. Se trata de unos canelones de espinacas con una salsa de tomate que sustituye a la tradicional bechamel.
Siempre es preferible que hagas tú misma la salsa de tomate. Si vas a comprarla, es mejor que sea nacional. A veces yo utilizo una salsa de tomate de calidad de la marca Gumendi.
¡Ahí va la receta!
Ingredientes:
- 800 gr de espinacas
- 30 gr de piñones
- 60 gr de pasas
- 1 ajo
- Sal, pimienta y nuez moscada
- Aceite de oliva virgen extra
- 300 gr de salsa de tomate frito
- 20 placas de canelones
- Queso vegano rallado
Elaboración:
Lava y escurre las espinacas. A continuación córtalas a tiritas.
Pon un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y dora el ajo picadito.
Añade las espinacas y saltéalas a fuego vivo.
Cuando hallan soltado el agua agrega las pasas y los piñones, mezclándolo bien para que se integren los sabores.
Salpimenta a tu gusto y añade nuez moscada.
Reserva.
Cuece las placas de canelones en una cacerola con abundante agua siguiendo las instrucciones del paquete.
Una vez cocidas las placas de canelones extiéndelas en un paño limpio humedecido y rellena con las espinacas.
Extiende una capa de salsa de tomate en una bandeja de horno y ve colocando los canelones.
Cubre con el resto del tomate y espolvorea por encima el queso rallado.
Coloca la bandeja en el horno precalentado a 200 ºC hasta que estén dorados.
¡Y disfruta de tus canelones!