Esta receta de pan está elaborada con harina de espelta.
La espelta, también conocida como escanda, es una variedad de trigo cultivada desde hace siglos. Este cereal no es muy conocido entre nosotros aunque también se cultiva en nuestro país. Ahora parece que viene a quedarse porque se ha demostrado que tiene grandes propiedades para el consumo.
La espelta se tolera mejor que el trigo común. Es más fácil de digerir al no ser un cereal modificado genéticamente. Como es una variedad del trigo, contiene gluten, así que no es apto para celíacos.
En cuanto a sus nutrientes, la espelta es un cereal muy completo. Además de los hidratos de carbono que nos aporta energía, tiene proteína de calidad ya que cuenta con los 8 aminoácidos esenciales. Estos aminoácidos, entre otras funciones, forman el tejido del organismo y participan en el metabolismo. También contiene mucha fibra, que regula el tránsito intestinal, y ácidos grasos omega-3 y omega-6, que ayudan al funcionamiento correcto del cerebro.
La espelta contiene vitaminas del grupo B que junto con el potasio favorece el sistema nervioso. También aporta vitamina E que evita la oxidación celular. La espelta también es un cereal que fortalece el sistema inmunológico gracias al magnesio y el ácido salicílico que contiene.
Por otro lado, y para enriquecer este pan añadiremos tres tipos de semillas que aportarán grandes beneficios a nuestra salud cardiovascular. Se trata de la chía, el lino y las pipas de calabaza.
Tanto la chía como el lino son considerados superalimentos. Contienen ácidos grasos saludables que protegen nuestro corazón, además de proteína y mucha fibra que gracias a sus mucílagos provocan un efecto saciante que evita el picoteo, siendo unas perfectas aliadas de las dietas de adelgazamiento.
Ambas semillas contienen gran cantidad de vitaminas y antioxidantes, así como minerales. Concretamente, la chía contiene cinco veces más calcio que la leche animal.
Y que decir de las pipas de calabaza. Son otro superalimento ya que tiene muchos antioxidantes. Cuidan del corazón y son ideales para los hombres porque ayudan a prevenir los problemas de la próstata y evitan infecciones de la vejiga. También son antiinflamatorias, combaten parásitos intestinales y mejora la circulación sanguínea.
Como ves, este pan te ayudará a cuidar tu salud. Últimamente este es el pan que más hago en casa. Suelo tomarlo para desayunar y, aunque aguanta perfectamente varios días, yo lo corto a rebanadas y lo congelo. Cada mañana saco la rebanada que necesito para desayunar y la caliento en la tostadora. Este tipo de pan hace que el desayuno sea una de mis comidas favoritas. Unas veces la acompaño con aguacate, otras con mantequilla de cacahuetes, otras con aceite de oliva virgen extra y voy variando, pero siempre lo disfruto mucho.
Yo hago en panificadora. Todo el proceso suele tardar 3’40 h. Selecciona el programa según tu panificadora teniendo en cuenta el tiempo que ha de durar el programa.
Es muy importante moler las semillas de chía y de lino para integrarlas en la receta. Es la manera de asegurarte que tu organismo las asimila. Pero no las muelas excesivamente, ya que el calor de la máquina destruiría los ácidos grasos esenciales.
En esta ocasión la receta que te describo más abajo está pensada para elaborarla en panificadora que es como yo suelo hacer el pan. Me ahorra mucho tiempo y trabajo. Más adelante experimentaré elaborarla a mano y ya os explicaré. A veces los ingredientes no se comportan de la misma manera según el proceso que utilices y por eso prefiero ser prudente y aclarar que no sé si se necesitará la misma cantidad de agua o de harina si se elabora a mano. Si te atreves a hacerlo, explica en los comentarios cómo te ha salido.
Ingredientes:
- 500 gr de harina de espelta integral
- 400 gr de agua filtrada
- 2 c.s. de aceite de oliva virgen extra
- 2’5 c.c. de levadura seca de panadero
- 1 c.s. de semillas de chía
- 1 c.s. de semillas de lino
- 2 c.s. de pipas de calabaza
- 1’5 c.c. de sal
Elaboración en panificadora:
Muele la chía y el lino en un procesador. Reserva.
Vierte el agua filtrada tibia y la levadura en la panificadora. A continuación añade el aceite de oliva y sigue con la harina, la sal, la chía y el lino molido.
Conecta la panificadora y selecciona el programa para que empiece a amasar.
Cuando ya hayas integrado los ingredientes en la masa, incorpora las pipas de calabaza.
Y ahora deja que la máquina trabaje. Cuando ya haya acabado, desmolda y deja enfriar.
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