La deshidratación es un método de conservación de alimentos que consiste simplemente en eliminar el agua que contienen. Gracias a no tener agua, resulta muy difícil que el alimento se degrade por la falta de humedad que es la causante de la proliferación de microbios y bacterias.
Este método de conservación se ha utilizado a lo largo de los siglos y ahora ha llegado a nuestras casas a través de la deshidratadora doméstica para que puedas incorporarlos a tu dieta de diferentes maneras.
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