Es fácil llevar una vida saludable y aunque siempre hay cosas que nos complican la existencia, tenemos que esforzarnos en conseguir que esos problemillas, ya sean propios o ajenos, afecten lo mínimo posible a nuestro bienestar.
A continuación te presento una serie de pautas que yo llevo siguiendo desde hace mucho tiempo y te aseguro que te ayudarán a tener equilibrados tu mente y cuerpo.
- Actitud positiva
- Hay dos maneras de encarar los problemas. Si se pueden arreglar, ponte manos a la obra, y si no se pueden arreglar, no pienses más en ello. Hay una frase que suelo tener muy presente: «El dolor es inevitable, pero el sufrir es opcional». RELATIVIZA
- Haz ejercicio
- Ponte en movimiento y desentumécete. Tus articulaciones te lo agradecerán y mantendrás el peso correcto. Ten en cuenta en no hacer el ejercicio a última hora del día, porque tardarás más timepo en conciliar el sueño por haber estimulado tanto tu cuerpo.
- Respira aire puro
- Si vives en una ciudad es complicado respirar aire puro. Por eso, intenta ir al campo por lo menos una vez a la semana. Cuando estés allí respira profundamente para oxigenar todas tus células.
- «Desconecta de vez en cuando»
- Busca un día a la semana para hacer una desconexión total de la tecnología. Los móviles, las redes wiffi, los ordenadores y hasta la propia televisión comienzan a ser perjudiciales para la salud, tanto a nivel físico (dolores de cabeza o fatiga) como a nivel psíquico por el estrés que nos causa estar pendientes en todo momento de los móviles. Una desconexión de vez en cuando harás que te sientas recargada de energía sana.
- «Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina» (Hipócrates dixit). Esta frase significa que debes elegir alimentos que te nutran y no te perjudiquen. Además, debes cocinarlos con la técnica que menos los desnaturalizen.
- Consume alimentos que sean ecológicos para evitar pesticidas que puedan intoxicar tu organismo.
- Come mucho verde. Es señal que tienen clorofila que es muy beneficiosa para el sistema inmunológico.
- Introduce en tu dieta diaria alimentos de todos los colores. Es la manera de asegurarte que consumes variedad de vitaminas y antioxidantes para luchar contra los radicales libres que nos dañan.
- Consume legumbres y frutos secos para conseguir la proteína que necesita tu organismo.
- No te olvides de los cereales, que nos llenan de energía y complementan a las legumbres para tener una proteína de alta calidad. Los cereales deben ser integrales para que tengan todos sus nutrientes intactos (vitaminas, minerales y fibra).
- Consume grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra, el aguacate o los frutos secos. Son imprescindibles para asimilar ciertas vitaminas, proteger nuestro sistema cardiovascular y obtener energía.
- Incorpora las algas y los germinados en tu dieta. Te beneficiarás de una gran cantidad de nutrientes y tus recetas serán más variadas y vistosas.
- Utiliza métodos de cocción sencillos. Cocina al vapor, a la plancha o con hervidos cortos para no perder los nutrientes de los alimentos.
- Come con tranquilidad. Tómate tu tiempo. Recuerda que la digestión comienza en la boca con la colaboración de ciertas enzimas que empiezan a actuar al masticar.
- Mastica mucho cada bocado para que el alimento pase correctamente por el sistema digestivo y se active la hormona «leptina», que hace que el cerebro ordene a nuestro cuerpo que pare de comer. Se necesitan unos veinte minutos para que se dé esa orden. De ahí la importancia de comer sin prisas. Si no se activa esa hormona, no pararemos de comer.
- Realiza un mínimo de tres comidas diarias. No te saltes ninguna. Respeta el dicho «Desayuna como un rey, come como un señor y cena como un mendigo»
- Si necesitas un tentempié a media mañana o a media tarde, opta por la fruta o frutos secos. Sobre todo que el tentempié sea ligero, pero que te dé energía para poder seguir con la jornada.
- La cena debe ser temprana. Cena dos o tres horas antes de irte a dormir para que no se dificulte la digestión.
- Y sobre todo, evita los azúcares refinados y productos procesados. No consumas alimentos que en la etiqueta aparezcan ingredientes que no entiendas o no sabes lo que son.
- Hidrátate bien
- Bebe un mínimo de 1’5 litros de agua al día. Nuestro cuerpo está compuesto de un 70% de agua y tenemos que mantener ese nivel de hidratación para que todo funcione correctamente, ya que el agua participa en todas las funciones biológicas.
- El consumo de agua depende de la alimentación que lleves. Si tomas muchos vegetales, zumos y sopas, no tendrás la necesidad de beber mucha agua, ya que estos alimentos la llevan en sí mismo.
- El consumo de agua también depende de la temperatura ambiental. Si hace mucha calor, sudarás más y tendrás que reponer más agua. Hazlo.
- El deporte o cualquier actividad física también influye por el mismo motivo que la temperatura ambiental.
- La hidratación también tiene que ser externa. Una ducha diaria limpiará nuestra piel de células muertas y eliminará las toxinas que haya secretado nuestro sudor. Eso sí, utiliza productos que mantengan el PH de nuestra piel que debe oscilar alrededor del 5.
- Utiliza productos cosméticos naturales y ecológicos
- Así evitarás las sustancias dañinas que llevan los cosméticos habituales de las estanterías de los supermercados. Las sustancias como los parabenos, derivados del petroleo, colorantes o conservantes artificiales al aplicarlos a la piel pasan después al torrente sanguíneo. Estos ingredientes son cancerígenos, alteran nuestro sistema hormonal y también pueden provocarnos alergias y sensibilizar la piel.
- Duerme un mínimo de siete a ocho horas diarias
- Durante el sueño nuestro organismo repara las células, se recuperan nuestras neuronas de la actividad realizada y se regeneran nuestros tejidos. Además, en el caso de los niños, durante el sueño se segregan las hormonas del crecimiento.
- LLeva una vida social
- Sal y relaciónate con los demás. La familia y los amigos te harán pasar buenos ratos. Recuerda que la risa, además de ser un buen ejercicio físico, es un antidepresivo natural. Con la risa se oxigena el cerebro y se ventilan los pulmones. Y lo mejor de todo es que se segregan unas hormonas llamadas «Endorfinas», que son las encargadas de transmitirnos el placer y el bienestar.
- Olvídate del tabaco
- Es VENENO. Yo soy exfumadora y te puedo asegurar que mi vida cambió cuando dejé de fumar.
El tabaco tiene una gran cantidad de sustancias tóxicas y adictivas que van matando nuestro organismo poco a poco. Espero que un día lleguen a prohibirlo igual que pasa con otras drogas.
- Es VENENO. Yo soy exfumadora y te puedo asegurar que mi vida cambió cuando dejé de fumar.
- Aleja el alcohol de tu vida
- El alcohol es una carga muy fuerte para el hígado, ya que tiene que realizar mucho esfuerzo para metabolizarlo. Si quieres beneficiarte de las propiedades de la uva, simplemente come la fruta en su estado natural. No hagas ni caso de los que te recomiendan una copita de vino al día. ¡¡¡Ni caso!!!
- No abuses de los medicamentos
- Toma medicamentos solo cuando el médico te los recete, no te automediques.
- Utiliza remedios naturales para las afecciones leves, aún así, consulta un especialista por si tienen contraindicaciones. Algunos ejemplos son:
- Hipérico: Antiinflamatorio y analgésico. Es un buen remedio para el reuma, artritis, fibromialgia o problemas musculares.
- Eucalipto: Se usa para el tratamiento de las enfermedades respiratorias. Se toma en infusiones y aplicando vahos para descongestionar.
- Camomila o manzanilla: Sirve para curar problemas oculares como la conjuntivitis con la aplicación de compresas empapadas en infusión de manzanilla. También como calmante del aparato digestivo en gastritis o simplemente para mejorar la digestión.
- Escucha música de vez en cuando
- Sentirás sensaciones de felicidad y calma. Potenciarás la concentración y alejarás el dolor físico.
- Lee regularmente
- Mantendrás activas tus neuronas, previniendo enfermedades neuronales como el alzheimer. Potenciarás la imaginación y serás más creativo. Enriquecerás tu vocabulario y adquirirás más conocimientos.
- Por último, hazte un regalo a ti mismo cuando lo necesites
- Levantarás tu autoestima y te hará sentir muy bien.
Si lo piensas bien, seguir la mayoría de estas pautas es sencillo y agradable. Para abandonar las adicciones al alcohol y al tabaco, tendrás que hacer servir tu fuerza de voluntad pero, si pones empeño, en poco tiempo estarás desintoxicado y te sentirás como nuevo.
Si te resulta difícil, no lo hagas todo de una vez. Ponte objetivos y metas concretas. Intenta incorporar alguno de éstos hábitos a tu vida cada una o dos semanas, y en poco tiempo verás que los has interiorizado y los realizas automáticamente. Ya verás como te sentirás mejor.
Si se te ocurre algún hábito que no haya puesto, coméntalo y lo incorporaré al artículo.
Espero tus comentarios con tus avances.
pilar cruz
gracias por tanto bueno que nos pones y aconsejas
Paqui
Pilar, disfruto compartiendo mis experiencias y me satisface que sea de tu agrado.
Pilar Vizcaíno
Yo añadiría: Desconexión tecnológica de tanto en tanto… o al menos rebajar el uso diario.
Paqui
Pues sí Pilar, estamos muy saturados de tecnología y ya hay voces que indican sus efectos negativos sobre la salud.
Un buen momento para la desconexión sería cuando salimos al campo a respirar aire puro, perfecto para desconectar totalmente y volver renovados en todos los sentidos.
Ahora lo añado en ese apartado.
Gracias por tu aportación
Neus
Muchas gracias por los consejos!!
Paqui
Gracias a ti por seguirme. Espero que te sean útiles y me comentes si hay alguno que te cueste mas o si ya los sigues